El ERP es la columna vertebral de una empresa por lo que, si hablamos de…

Beneficios del software de suscripción para emprendedores
Cuando nos decidimos a crear una empresa, una de las principales incógnitas a resolver es si seremos o no capaces de sacarla adelante. No existe una base de clientes con los que llevemos trabajando años, no tenemos un histórico de facturación que nos dé la tranquilidad de que en el futuro seguirá esta tendencia. Son muchas incógnitas las que tenemos por delante, a las que por lo general se hace frente con una gran ilusión. La capacidad de inversión no es ilimitada y, por eso, la flexibilidad del software de suscripción para el emprendedor es una gran ventaja.
No necesita realizar o comprometer sus recursos financieros en una herramienta que le facilite el trabajo y pagar el programa o la licencia, como ocurre con el software tradicional, que quedará instalada en su ordenador, servidor de la empresa, etc. A la vez, se necesita poner en marcha para un número determinado de puestos de trabajo, cuando realmente no se acaba de tener muy clara la dimensión que alcanzará la empresa. En este sentido, el software de suscripción permite contratar más o menos usuarios en función del volumen de trabajo que tenga.
La flexibilidad del SaaS y sus ventajas para el emprendedor
Este es uno de los aspectos más destacados para los emprendedores. El software de suscripción, Software como Servicio, o SaaS por sus siglas in inglés (Software as a Service), es muy elástico y permite crecer con nuestro negocio. Se contratan los recursos que se necesitan justo para el volumen de trabajo que tenemos en cada momento. Si nuestro negocio crece, aumenta nuestra facturación y necesitamos más, el SaaS crece con la empresa y no supondrá una limitación a la evolución de la misma.
Asimismo, a nivel técnico, es una herramienta en constante evolución, que incorpora las últimas novedades de forma automática, sin esperar a que se desarrolle la nueva versión del programa e incorporándolas sin necesidad de ir pagando nuevas licencias. De esta forma, el SaaS nunca quedará como un programa obsoleto para el emprendedor. También esta política de actualizaciones periódicas evita que la curva de aprendizaje entre diferentes versiones de un mismo programa sea muy grande, ya que los cambios han sido progresivos.
En el pago de la suscripción del SaaS también están incluidas las tareas de mantenimiento. Este tipo de programas se encuentran alojados en la nube. No tenemos que preocuparnos por reinstalar la aplicación, que haya fallado nuestro ordenador y tener que recuperar el sistema operativo, etc. Si nos falla un equipo, siempre podemos seguir trabajando si tenemos conexión a Internet, ya que lo único que necesitamos para seguir con nuestra tarea de forma productiva es un navegador web. No existe una dependencia tecnológica de nuestro ordenador para el trabajo de despacho. Esto nos permite trabajar desde casa siempre que lo necesitemos y una flexibilidad horaria mucho mayor.
Igualmente, podemos utilizar cualquier sistema operativo, también Mac o Linux, sin ningún problema, ya que el programa no está instalado en nuestro equipo. Se pueden adoptar políticas de BYOD, donde son los empleados los que aportan su ordenador portátil para trabajar, algo que también nos puede ayudar a reducir los costes iniciales de la puesta en marcha de la empresa.
A la hora de gestionar los accesos, si tenemos varios usuarios contratados, existe una trazabilidad que permite tener claro quien realizó el último cambio en un documento, una seguridad en el control de accesos para saber cuántos usuarios hay conectados, cuánto tiempo llevan conectados, etc. Este tipo de cuestiones no siempre son tan sencillas en un software tradicional. Además, a la hora de cortar el acceso de un empleado que ya no trabaja con nosotros, nos basta con deshabilitar el usuario o cambiar la contraseña. Los datos siempre están en la nube y no en los discos duros de los portátiles de los empleados que trabajan en movilidad.
Pero todavía más, ni siquiera vamos a necesitar un ordenador, ya que las soluciones SaaS son accesibles desde smartphones o tablets, ya sea a través de un simple navegador web o con apps dedicadas que dan un valor añadido para facilitar el trabajo desde estos dispositivos móviles. De esta forma, la movilidad es un valor añadido del software de suscripción, que nos permitirá movernos de un sitio a otro y llevar con nosotros las herramientas que necesitamos para la gestión de nuestro negocio, algo básico hoy en día.
La información se guarda en la nube y esto permite aprovechar las ventajas que supone no estar anclado a tener la información en el disco duro de nuestro despacho. A la hora de visitar a un cliente, ofrecer datos concretos en una reunión de trabajo, etc, tenemos la información al día y justo cuando la necesitamos. Porque esta opción de guardar los datos en la nube va a permitir que los trabajadores puedan actualizar la información con las últimas ventas, que sepamos en todo momento qué facturación tenemos, etc. sin tener que esperar a volver a la oficina para introducir los datos en el programa.
Por último, está el tema de la continuidad del negocio y la seguridad. Un software de suscripción nos garantiza unos niveles de servicio, los SLAs, que hoy por hoy son inalcanzables para el software tradicional, instalado en los equipos locales, ya que requeriría de redundancia de hardware, múltiples sistemas de copia de seguridad, etc. En este sentido el SaaS suele ofrecer niveles de servicio por encima del 99% de disponibilidad, lo que nos garantiza que prácticamente siempre estará accesible. Esto no siempre ocurre con el software instalado en local, ya que a medida que va pasando el tiempo se necesita un mayor mantenimiento para asegurarnos que todo funciona tal y como esperamos.
Fuente: Blog Sage