El ERP es la columna vertebral de una empresa por lo que, si hablamos de…

Errores a evitar para no perder clientes
Conseguir el primer cliente es difícil. A partir del segundo y siguientes dicen que ya menos, aunque lo que cuesta es el esfuerzo por fidelizarlos y convencerles de que sigan comprando a lo largo del tiempo. Para ello, es importante evitar errores que lleven a perder clientes, que muchas veces se cometen en la empresa sin darse cuenta y se pueden evitar.
Ocho errores que debes evitar para no perder clientes
En las empresas es habitual que se lleven a cabo acciones cuya consecuencia es la pérdida de clientes. El más grave es el de no pensar en el cliente, dejando de lado sus necesidades y anteponiendo intereses particulares del negocio. Resolver los problemas de los cliente es clave para despertar su interés por comprar los productos y servicios de la empresa y, lo más difícil, hay que conseguir que este interés permanezca a lo largo del tiempo.
Esto se consigue con buenos productos pero también con un buen servicio post venta. El producto aumentado es lo que el cliente de hoy percibe y valora, de ahí que factores como la puntualidad en las entregas sean tan importantes como la calidad del producto. Es una cuestión de expectativas.
Estas expectativas son importantes también a la hora de presentar la empresa a la sociedad. La imagen del negocio debe ser acorde con lo que en realidad ofrece al cliente, intentando buscar un equilibrio entre ambas variables, para generar expectativas realistas en los clientes y no defraudarles cuando acuden a comprar. La empresa debe ser atractiva pero no a cualquier precio.
Para ello, es importante invertir en formación de las personas, uno de los pilares básicos para no perder clientes. Un trabajador formado y que se sienta valorado en la empresa se encargará de velar por el bien del negocio, esto es, cuidar a los clientes y buscar soluciones continuamente para satisfacer sus necesidades. Cuando una persona no se siente valorada o no está preparada para atender el negocio, difícilmente hará el negocio suyo y/o podrá tirar del carro en una buena dirección, lo que, tarde o temprano, acabará teniendo consecuencias con los clientes.
Un buen líder contribuye a que las personas trabajen todas alineadas, buscando un objetivo común. No se trata de imponer órdenes y fijar criterios rígidos, sino de fomentar una cultura de trabajo óptima que contribuya a mantener a los clientes a lo largo del tiempo.
Esto implica, entre otras cuestiones, tomar las decisiones adecuadas en dimensionamiesto de plantilla, para dar respuesta a las necesidades de la empresa para satisfacer las de sus clientes. Si el negocio se expande, deberá contratarse más personal, en lugar de forzar a que las personas hagan horas extra sin sentido o se imponga la cultura de la mediocridad, que lleva a poner las horas de trabajo por delante de la calidad del mismo o del valor que se aporta al cliente.
También se precisan decisiones adecuadas a la hora de plantear la estrategia del negocio. Se requiere partir de información de calidad y plantear escenarios realistas, para luego ejecutar las acciones que se consideren oportunas. Si estas no funcionan, hay que tener la valentía de reaccionar y aplicar otras nuevas, que sí ayuden a conseguir lo resultados, esto es, satisfacer a los clientes.
Esto supone saber decir “no”, tanto a compañeros como a los mismísimos clientes. Sí, hay veces que hay que renunciar a un cliente para poder satisfacer a otros. No se puede estar en todos los mercados porque la empresa tiene una capacidad limitada, lo que significa que hay que priorizar.
Fuente: Blog Sage